Mientras mi familia peleaba por el testamento de mi abuela, yo me quedé con su querido perro y descubrí el secreto que había dejado atrás — Historia del día

uando la abuela murió, mis parientes corrieron a su casa ansiosos por encontrar el testamento. Yo, en cambio, me quedé con su vieja perra, sin imaginar que traía consigo algo más que recuerdos. Días después, descubrí el secreto que la abuela había ocultado en el único lugar donde nadie pensaría buscar.

Para reunir a toda mi familia, había que tirar un montón de dinero frente a ellos o esperar a que alguien muriera. Por desgracia, aquel día eran ambas cosas.

Me quedé de pie en el cementerio, viendo cómo bajaban a la abuela a las profundidades de la tierra

Sujeté con fuerza la correa de Berta, y ella tiró hacia delante, como si quisiera ir tras la abuela.

Berta era la perra de la abuela. La tenía desde que yo era pequeña y, como a la abuela le gustaba decir a menudo, Berta era su mejor amiga y casi la única en quien podía confiar de verdad.

La abuela era una buena persona, aunque sin duda un poco particular.

Había ganado mucho dinero a lo largo de su vida, pero nunca dio ni un céntimo a sus hijos ni a sus nietos.

En cambio, ella pagó los estudios de todos. Creía que en la vida cada uno debía ganarse lo suyo, levantarse desde la nada, tal como ella lo había hecho una vez.

Por eso, ni mi madre, ni mi tío y mi tía, ni sus hijos volvieron a hablar con la abuela ni siquiera a mencionarla… hasta ese día.

Miré a mi alrededor, observando cada rostro. Sabía perfectamente por qué estaban allí: dinero.

Esperaban que, al menos después de la muerte de la abuela, por fin les tocara algo. Pero, conociéndola, sabía que no sería tan fácil.

Durante los últimos seis meses de su vida, la abuela había estado muy enferma, y yo me había mudado para cuidarla.

Compaginarlo con mi trabajo de enfermera no fue fácil, pero me las arreglé.

 

 

⬇️Para obtener más información, continúa en la página siguiente⬇️

Leave a Comment