¿Cuándo deberían los conductores mayores de 70 años considerar dejar de conducir?
Todavía se sabe la ruta de memoria, maneja el coche como a los 30… y, aun así, no puede evitar la sensación. ¿Y si conducir se ha vuelto arriesgado para él o para los demás?
Después de los 70 años, ciertos cambios naturales en el cuerpo pueden afectar la seguridad al volante. ¿A qué señales debe prestar atención? ¿Y cómo puede abordar un tema tan delicado sin herir sus sentimientos? Aquí tiene todo lo que necesita saber para seguir al volante… con seguridad.
1. Visión: cuando los ojos no ven tan bien como antes
La vista es básicamente el GPS del cerebro al conducir. Y con la edad, esa “pantalla” puede volverse borrosa. Cataratas, glaucoma, degeneración macular… estos términos que suenan técnicos describen problemas oculares comunes después de los 70. El resultado: las señales de tráfico son más difíciles de leer, los contrastes se desvanecen y los faros de noche brillan como focos de cine.
Qué hacer:
Una visita anual al oftalmólogo es esencial. Actualizar la graduación de las gafas o limitar la conducción al día puede ser suficiente. Pero a veces, es mejor colgar las llaves… y pedir un taxi para mayor tranquilidad.

2. Memoria y reflejos: cuando el cerebro se ralentiza un poco
¿Olvidar una ruta? ¿Reaccionar con demasiada lentitud ante un semáforo en amarillo? No siempre se trata de simples lapsus de atención. El envejecimiento cognitivo puede causar lapsus de memoria, dificultad para tomar decisiones rápidas o incluso confusión en la carretera.